Aquí los ingredientes:
- 1 yogur natural o de limón
- 3 medidas de yogur de harina para bizcochos
- 2 medidas de yogur de azúcar blanco
- 1/2 medida de yogur de aceite de girasol
- 1/2 medida de leche
- 3 huevos
- 3 sobres de gaseosas * (tipo El Vesubio)
- sabor vainilla (si gusta)
* Gaseosas: cada gaseosa se compone de dos mitades. Normalmente vienen en sobres y una mitad va en un sobre blanco y la otra mitad en un sobre azul. Siempre que utilicemos gaseosas pondremos una por cada huevo. Es decir: 3 huevos = 3 gaseosas en este caso.
Las gaseosas se utilizan por separado. Con la harina se añade el contenido de las bolsitas azules y al final del todo es cuando añadimos el contenido de las bolsitas blancas diluidas en la leche. Si no las diluimos corremos el riesgo de que no se deshaga bien en la masa y si queda algún grumo sabrá un poco ácido allá donde esté. Las gaseosas se venden desde que tengo uso de razón en cualquier supermercado, son muy fáciles de encontrar.
Dicho esto. Preparar este bizcocho es super fácil y veréis que es de los más esponjosos y suaves que hayáis probado nunca.
En un bol echamos todo en plan bestia: el contenido del yogur, lo correspondiente de harina, las gaseosas azules, lo correspondiente de azúcar, el aceite, los huevos y A REMOVER!!!
Cuando lo tenemos homogéneo, en un vasito ponemos la leche equivalente a medio yogur más o menos y diluimos el contenido de las gaseosas blancas. Si queremos poner sabor o aroma vainilla también lo ponemos aquí en la leche. Lo añadimos a la masa y terminamos de remover. Veréis como al instante la masa empieza a subir a causa del efecto de la gaseosa.
Ponemos en un molde previamente engrasado con mantequilla y horneamos a 180º durante unos 40-45 minutos. Todo siempre depende de lo hondo que sea el molde a utilizar. Así que cuando pinchemos el bizcocho y salga el palillo limpio... estará listo!!
Besetes Mil!!!
By Cristina.
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